Imagina que conduces por una carretera en un día soleado; la vía está en excelentes condiciones. Sin embargo, es la primera vez que la recorres. Todo parece evidente, pero al mismo tiempo, la sensación de novedad de una primera vez es inevitable.
Todos hemos recorrido caminos a lo largo de nuestras vidas. Sabemos cómo transitarlos y, aún así, elegimos a qué velocidad hacerlo según la información que tenemos.
En el mundo de hoy creemos estar suficientemente preparados para tomar decisiones estratégicas que moldean la velocidad a la que queremos alcanzar un objetivo. Pero realmente ¿Sabemos hacerlo?
El valor de la investigación previa a la toma de decisiones de inversión es, precisamente, un proceso mediante el cual el «tomador de decisiones» se equipa con las herramientas necesarias para adquirir la habilidad de no dar por sentado el camino a recorrer para lograr un objetivo, reduciendo así el riesgo. Es apostar por entender que todos los caminos son distintos, por similares que parezcan, y que las fortalezas necesarias para recorrerlos dependen de contextos específicos que rara vez se repiten dos veces, tanto en la industria donde se compite como en las preferencias del usuario o consumidor que queremos atraer.
Viajar seguro significa conducir nuestros proyectos a una velocidad que garantice que alcanzaremos nuestro destino con la inversión de recursos más eficiente posible.
Nuestra organización se dedica a construir esas herramientas que permiten determinar la mejor velocidad para nosotros como emprendedores y para las personas que confían en la claridad de nuestras decisiones.
Encontrar o construir, según el caso, la interpretación de la información a nuestro favor es fundamental para optimizar nuestros recursos, transformar la realidad y ser agentes de cambio que impacten positivamente a la sociedad.
Carlos Alberto Villamizar.
Project Lead
Red de Datos